miércoles, 1 de febrero de 2012

Enfadator

Enfadator era el nombre del proyecto secreto destinado a crear la máquina de discusión perfecta, un robot capaz de vencer en cualquier riña o pelea.
Desgraciadamente, Enfadator se perdió y durante años estuvo desaparecido sin que nadie supiera nada de él, hasta que fue encontrado por casualidad. Intrigados, los responsables del proyecto prepararon una dura prueba para el robot. Disfrazado como un maleante, lo llevaron a una taberna, de esas llenas de delincuentes en las que cada noche se suceden numerosas broncas y peleas. Y ocultos en una esquina, esperaron a ver sus reacciones.
No tardó en aparecer un grandullón de aspecto fierísimo con ganas de pelea, que sin venir a cuento empujó a Enfadator con malos modos. ¡Qué emocionante! Desde su esquina esperaban ver cómo el robot hacía picadillo a aquel bruto, pero no ocurrió nada de eso. Es más, no ocurrió nada, y el bruto comenzó a enfurecerse y a gritar. Enfadator seguía quieto y sus inventores pensaron que estaba averiado.
Pero entonces, cuando más furioso parecía aquel tipo enorme, Enfadator comenzó a moverse. Se estiró cuanto pudo, haciéndose más grande, extendió dos enormes brazos y levantó la cabeza para mirar al provocador. Sus ojos no eran como el fuego, ni como rayos láser. Al contrario, Enfadator parecía... ¡un angelito feliz! y era la imagen del cariño y la alegría. Y antes de que el bruto pudiera darse cuenta, estaba dándole un gran abrazo a aquel tipo con ganas de pelea, mientras le decía: “tú lo que necesitas es un buen amigo y un poco de cariño, ¿verdad?”
Y probablemente fuera verdad, porque una vez recuperado de la sorpresa inicial, el grandullón se mostró cariñoso con Enfadator, que de sus viajes por el mundo había aprendido que cuanto más enfadada está una persona, mejor le sienta un poco de cariño.
¿Está claro el mensaje que hoy nos deja Enfadator? Muchas veces arreglamos nuestros problemas con los amigos riñendo o peleando, y no es la opción adecuada. Enfadator nos enseña que el camino para arreglar los enfados es el cariño, la paciencia. Ya sabes cómo actuar a partir de ahora.