martes, 10 de marzo de 2015

Uga la tortuga



¡Caramba, todo me sale mal! se lamenta constantemente Uga, la tortuga. Y es que no es para menos: siempre llega tarde, es la última en acabar sus tareas y, para colmo es una dormilona.
-¿Para qué preocuparme en hacer un trabajo que luego acaban haciendo mis compañeros? Mejor es dedicarme a jugar y a descansar.
- No es una gran idea, dijo una hormiguita. Lo que verdaderamente cuenta no es hacer el trabajo en un tiempo récord; lo importante es acabarlo realizándolo lo mejor que sabes, pues siempre te quedará la recompensa de haberlo conseguido.
Por ello, es mejor intentarlo y no conseguirlo que no probar y vivir con la duda. La constancia y la perseverancia son buenas aliadas para conseguir lo que nos proponemos; por ello yo te aconsejo que lo intentes. Hasta te puede sorprender de lo que eres capaz.
- ¡Caramba, hormiguita, me has tocado las fibras! Esto es lo que yo necesitaba: alguien que me ayudara a comprender el valor del esfuerzo; te prometo que lo intentaré.
Pasaron unos días y Uga, la tortuga, se esforzaba en sus quehaceres.
Se sentía feliz consigo misma pues cada día conseguía lo poquito que se proponía porque era consciente de que había hecho todo lo posible por lograrlo.

- He encontrado mi felicidad: lo que importa no es marcarse grandes e imposibles metas, sino acabar todas las pequeñas tareas que contribuyen a lograr grandes fines.

martes, 24 de febrero de 2015

GESTOS QUE CAMBIAN EL MUNDO


El camino más largo comienza con un paso, el árbol más grande con una pequeña semilla, el libro más grande con una palabra, el cuadro más inmenso con una simple pincelada…
Sí… no hay nada grande, no hay nada importante que no empiece por algo pequeño. Así es la vida!
Y esto, lo pequeño, nos convierte en grandes poderosos, porque todos, tú también, podemos lo pequeño; a lo mejor no podemos grandes cosas, pero podemos lo pequeño. Somos poderosos… por lo tanto es necesario descubrir cuál es tu poder, cuál es tu ‘gesto’ para cambiar el mundo: contigo mismo, con los demás, con las cosas,… piénsalo por un instante. Ponle nombre a tu poder, a tu superpoder, a tu pequeño gran poder.
¡Sí! Tú también tienes poder para cambiar el mundo y, como decía el Tío Ben a Peter Parker en Spiderman, “todo gran poder conlleva una gran responsabilidad”. En tus manos está qué es lo que decidas hacer con tu poder.

Por otra parte, todo lo pequeño, lo sencillo, lo humilde… es muy querido al Evangelio, le es muy querido a Jesús. Así… la cuestión será qué gesto puedo y quiero hacer yo para contribuir al cambio del mundo. El Dios de Jesús alienta y promueve en nosotros la capacidad de hacer realidad nuevos pequeños gestos cada día para cambiar el mundo.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Un musulmán, Lassana Bathily, salva a varios judíos...



Un musulmán, Lassana Bathily, salva a varios judíos...  

El maliense Lassana Bathily estaba en el supermercado de París en el que un terrorista asesinó a 4 personas. 
Lassana salvó la vida de 15 personas al esconderlas dentro del establecimiento. 
Thiaba, una ciudadana parisina, ha iniciado una petición para que le concedan a Lassana la nacionalidad francesa y la Legión de Honor.

Incluso en medio de la oscuridad y la desolación, siempre hay un rayo de luz. Lassana Bathily, un joven musulmán de Mali, ha iluminado una semana que de otra forma habría sido completamente oscura. Lassana Bathily salvó varias vidas al esconder a varios clientes del supermercado kosher asaltado en París el pasado viernes.
"Fui a la nevera, abrí la puerta, y varias personas entraron conmigo. Les dije que se calmaran, que no hiciesen ruido" dijo a la TV francesa BFMTV. Así es como más de una docena de personas escaparon una muerte casi segura.
Cuando salió de la tienda, la Policía le arrestó y lo tuvo esposado durante hora y media, asumiendo que este hombre negro era inevitablemente uno de los terroristas. Cuando la Policía se dio cuenta de su error, le interrogaron y él les dio el plano de la tienda, el cual facilitó la intervención policial.
Este joven de 24 años es particularmente humilde: "Soy musulmán practicante. Ya había hecho mis rezos en esta tienda, en el almacén. Y sí, ayudé a varios judíos. Somos hermanos. Esto no es una cuestión de judíos, cristianos o musulmanes, todos estamos en el mismo barco" ha declarado. 
Este héroe ciudadano es un ejemplo. Un ciudadano indocumentado cuando llegó a Francia, consiguió trabajar en esta tienda judía, y salvó las vidas de 15 personas judías. Quince personas. Así de simple.

Tenemos muchas lecciones que aprender de esta historia. Los estereotipos hicieron que la Policía perdiese una hora y media en un contexto en el que cada minuto cuenta. Pero la historia de Lassana es también una lección sobre los beneficios de la ayuda a los demás, el verdadero significado de cualquier religión.